"Un blog para mujeres, para madres y padres, y para quienes piensan que cuidar a nuestros hijos desde el momento mismo de la concepción implica cuidar a la sociedad toda. Un espacio para informarnos, apoyarnos, sostenernos, para reflexionar, para promover la maternidad conciente, la lactancia, la crianza piel a piel... un sitio para festejar la femeneidad"

martes, 25 de septiembre de 2012

Lactancia Materna. Parte I, Aspectos históricos de la lactancia

Autora: Paula Napolitano

“La pobre criatura, hambrienta, gritaba, pero nadie se apiadaba de él. Una robusta campesina que tenia un número considerable de hijos y muchas dificultades para darles de comer, se ofreció para cuidar de él a condición de que le dieran una fuerte suma de dinero; y como el rey y la reina no querían al príncipe Fatal, le dieron a la nodriza lo que solicitaba, y le dijeron que se llevara el niño a su pueblo." Extracto de El príncipe Fatal y el príncipe Fortune, de Beaumont Jeanne Marie.
Este artículo, pretende ser el primero de una serie de tres entradas referidas a la lactancia materna.
En realidad, mi intención en un primer momento era escribir sobre el aspecto emocional que conlleva el acto de amamantar a nuestros hijos. En mi experiencia laboral me he encontrado con numerosos casos de madres que no pueden o que no quieren amamantar a sus propios hijos. Varios son los motivos y todos ellos justificados, una operación cesárea, embarazos múltiples, retorno laboral, alguna enfermedad preexistente, un nuevo embarazo, falta de leche, y hasta motivos estéticos. Me sorprendió nuevamente la falta de información con que las mujeres arribamos a la maternidad, el desconocimiento que tenemos sobre algo tan básico y natural como es la lactancia y los mitos que en torno a ella se tejen hasta hoy en día. Por lo que me resultó casi imposible, escribir sobre esta temática sin tener en cuenta el aspecto histórico de la lactancia. Hasta hace poco mas de cien años, todos los niños eran amamantados con leche materna, pero no siempre de sus propias madres. Así que los invito a adentrarnos en nuestro pasado para conocer un poco mas sobre la lactancia materna en la actualidad.
Existen numerosos textos históricos, que datan aún de antes de Cristo, en los que se aprecia que en muchas civilizaciones, mujeres de distintas clases sociales no han amamantado a sus hijos. Resulta entonces interesante analizar porqué desde la antiguedad clásica la lactancia ha sido especialmente puesta a prueba, aun cuando se intuía que era uno de los alimentos fundamentales para los recién nacidos. Toda una serie de creencias populares y erróneas teorías, algunas de ellas apoyadas por los propios médicos de la época, además de una serie de factores socioeconómicos y religiosos, modas y estilos de vida, contribuyeron a que entre las clases media y alta se rechazara poco a poco la lactancia materna en muchos países de Europa entre los siglos XV y XIX:
*podemos empezar nombrando a Hipocrates, quien afirmo que la leche del pecho es una modificación de la sangre menstrual del útero, por lo que tiño de indecente, impuro e impúdico el acto de dar de mamar.
*el canon de belleza imperante exige a las mujeres unos pechos pequeños y moderado sobrepeso, ambos hechos contradecidos por la práctica de amamantar.
*la moda dominante de vestidos ajustados, con abrochados y ceñidos corsets, resultaban pocos prácticos, además que deformaban el pecho y los pezones de la mujeres.
*el alto índice de mortalidad infantil lleva a la necesidad en las familias de conseguir un numero elevado de vástagos de los que solo sobrevivirá un pequeño porcentaje que asegurará la transmisión del apellido. Era conocido ya en ese momento que la lactancia materna aumentaba el intervalo entre los embarazos disminuyendo por el tanto el número de hijos.
*Galeno por su parte, colabora en contra de la lactancia, prohibiendo las relaciones sexuales durante su periodo, afirmando que corrompía la leche y recomendando una abstinencia absoluta mientras durase el amamantamiento, aproximadamente 24 meses.
*normas dietéticas carentes de fundamento, como la prohibición de beber leche la madre, purgarla en caso que el lactante este enfermo, o el antiquísimo tabú del calostro (no administrarlo por considerarlo venenoso o impuro) alejaban aun mas la practica de la lactancia.
Todos estos factores contribuyeron a crear una baja opinión social del amamantamiento, al que se lo comienza a considerar indigno, vergonzoso, propio de clases inferiores o de los animales. De esta manera, en Europa se pone de moda la lactancia mercenaria por medio de nodrizas o madres de leche que mediante una transacción económica amamantan a sus hijos y a los de las clases acomodadas. Si nos remitimos a la antiguedad, desde los tiempos de los faraones en Egipto existen documentos en los cuales se deja testimonio de la existencia de nodrizas y hermanos de leche. En la Grecia clásica las mismas eran ya muy comunes, siendo preferidas éstas a las propias madres, ya que los niños eran enviados con sus nodrizas por un plazo no menor de 2 años, luego de los cuales eran devueltos a su familia de origen. Teniendo en cuenta el efecto anticonceptivo de la lactancia, conocido hasta hoy en día siempre que la lactancia sea el único medio de alimentación del niño y se dé de manera exclusiva por lo menos en el término de 6 meses, las clases populares tenían una fecundidad limitada y por el contrario, entre las clases acomodadas se daba una descendencia entre 15 o 20 hijos a expensas de una terrible mortalidad. El sistema de nodrizas mercenarias alcanza enormes proporciones, llegando incluso a reglamentarse, ya que las clases populares comienzan a depender del mismo para poder trabajar y las altas para poder atender las numerosas obligaciones sociales. Pero la mortalidad infantil bajo este régimen también crece; tanto los niños alimentados bajo esta modalidad, como los hijos de estas nodrizas abandonados para cumplir las obligaciones por las cuales eran remuneradas, terminaban muriendo, por lo que comenzaron a tener validez argumentos sin fundamento científico acerca de características físicas (parecido, posibles enfermedades), espirituales (carácter, personalidad) trasmitidos a través de la leche, de la nodriza hacia el lactante, y ésto impactó contra la lactancia mercenaria. En nuestro país la historia no dista demasiado: en todas las ciudades de la colonia las amas de cría negras amamantaban a los hijos de los amos. De ellas se conoce el actual arrorro que se les canta a los bebes, ya que remite a la voz africana, A-ro-ro, "a dormir" que los negros transformando el lenguaje decían " a romir"y lo simplificaban aun mas diciendo a ro ro... A fines de siglo XIX los negros fueron condenados a la extinción, y con la llegada de inmigración las nuevas amas de cría comienzan a ser blancas. Las nodrizas, jóvenes madres, ofrecían sus senos y su leche al servicio de los hijos ajenos. Ellas eran originarias de los sectores con menos recursos de la sociedad, y para obtener una mejor ganancia buscaban lactancias simultaneas, por lo que dar de mamar se convirtió en un trabajo. Esto afectó la crianza de los propios hijos de las nodrizas, muchos de ellos fallecidos por la ausencia de la madre o la mala alimentación recibida. En 1910, diarios como La Nación, ofrecían en sus clasificados algo como lo siguiente "Ama robusta, recién llegada de España, con leche de 3 meses, se ofrece; otra italiana, de primer orden, leche de 5 meses; otra vasca, con excelentes informes de crianzas anteriores, leche de 4 meses;otra inglesa, leche fresca, recomendada, sueldo $ 70 (...) todas ellas con certificado de asistencia publica". Unos quince años después, cuando la migración se hizo fuerte en Buenos Aires, la ciudad comenzó a llenarse de rostros mestizos, rechazados por las clases dominantes por considerarlos semejantes a los bárbaros. De esta manera la costumbre de alimentar a los bebes con leche de nodriza comenzó a disminuir, con lo cual la alimentacion con leche artificial se volvió un tema preocupante para la sociedad. En lineas generales, a partir de los descubrimientos de Pasteur, el desarrollo de diversas mejoras en la fabricación y conservación de leche artificial va desplazando poco a poco ese sistema de crianza a partir del año 1900. Comerciantes como Henry Nestle entran en escena, con una industria química cada vez mas preparada, se empiezan a hacer los primeros preparados lácteos y así poco a poco lo industrial va ganando terreno sobre lo natural. Los avances obtenidos en las ultimas décadas en la composición de leche para lactantes a partir de las modificaciones de la leche de vaca han conseguido productos similares a la leche materna, en sabor principalmente y también en nutrición, pero quedan muy lejos de proveer las propiedades inmunitarias que la leche humana provee a los lactantes. Fue necesario regular la comercialización de leche de formula para que la lactancia materna no se vea defenestrada por los avances de la industria láctea, mediante el Código Internacional de Comercialización de Sucedáneos de Leche Materna, un conjunto de normas destinadas a proteger la lactancia de las practicas comerciales poco éticas. En 1990 la OMS recomienda a todos los gobiernos adoptar el código. Argentina se adhirió al mismo en el año 1997.
Actualmente toda la línea de la llamada crianza natural o con apego vuelve a poner foco en la importancia de la lactancia materna a libre demanda, no solo desde el aspecto nutricional sino también desde el valor que tiene la lactancia para establecer un vínculo temprano con el bebe recién nacido, vínculo que mas tarde sera la base de confianza y autoestima del niño lactante. Pero este tema lo abordaremos más adelante, en la última entrega de estos tres artículos.
 
La imagen pertenece a "La nodriza y el niño" de Frans Hals.

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