"Un blog para mujeres, para madres y padres, y para quienes piensan que cuidar a nuestros hijos desde el momento mismo de la concepción implica cuidar a la sociedad toda. Un espacio para informarnos, apoyarnos, sostenernos, para reflexionar, para promover la maternidad conciente, la lactancia, la crianza piel a piel... un sitio para festejar la femeneidad"

lunes, 10 de diciembre de 2012

SI ALGUNA VEZ TE DIJERON...

Autora: Paula Napolitano

"ME PARECE QUE NO TENES SUFICIENTE LECHE, SE QUEDA CON HAMBRE..."
Cuando a una mamá se le dice esto, por más buena intención que tenga el comentario, es difícil que se lo pueda tomar a bien. Por el contrario, si ...
es una mamá que esta interesada en lactar a su hijo, esta observación lejos de ayudarla, la tensiona más aún, y puede ser contraproducente para que la lactancia se instale de manera prolongada, ya que la mamá puede verse tentada a darle una mamadera a su bebé. ¿Que podemos hacer ante tales comentarios? En primer lugar es lógico estar a la defensiva si nos sentimos atacadas, por eso es necesario despersonalizar el comentario y solo tomar de él aquello que nos pueda ayudar. Quizás a nosotras también nos pareció que nuestro hijo se queda con hambre, pero no nos animamos a decirlo porque de esta manera podrían pensar que no estamos ejerciendo bien nuestro rol materno. Entonces solo contestemos que lo tendremos en cuenta, y luego, solas o junto a nuestro entorno confiable, consideremos si necesitamos buscar ayuda o acudir a un grupo de lactancia para sacarnos todas nuestras dudas. Pero si consideramos que la observación no es justa, creo que tenemos dos caminos posibles a seguir: ignorar dicho comentario y tener una respuesta standar para salir del paso, o tomarnos el tiempo para educar a la otra persona compartiendo la información que tenemos al respecto; explicar que ésta es la manera que decidimos criar a nuestro hijo porque estamos convencidas que es lo mejor para él; decirle a nuestra consejera, que confiamos plenamente en nuestras decisiones, y que creemos que estamos haciendo lo mejor posible y que nos gustaría mucho que lo entendiera y que nos apoyara. Parece difícil, pero cuando somos honestas con nuestros propios sentimientos resulta más fácil salir airosas de un comentario invasivo.

SI ALGUNA VEZ TE DIJERON....
"DEJA QUE EL BEBÉ LLORE, ASI APRENDE A SENTIR HAMBRE"
La única norma que hay que seguir en relación a la lactancia, es la de lactancia a libre demanda, esto es, cuando el bebé quiera. No hay horarios rigurosos...
, ni cantidades de toma, no suele ser necesario despertar al bebé para que tome el pecho (siempre que el bebe esté creciendo dentro de los parametros normales y no tenga algún problema de peso). A muchas mujeres les suelen recomendar que dejen llorar a sus bebes antes de ofrecerle el pecho, asi aprenden a sentir hambre y de esta manera no se acostumbre a succionar por el simple hecho de hacerlo. De más esta decir la sensación de angustia que sienten las mamás al tener que llevar a cabo esta experiencia. El pecho no solo ofrece alimento, sino también calma la tensión del bebé, le brinda abrigo, y sensación de seguridad. No es necesario dejarlo llorar, podemos tener al pecho a disposición de nuestro pequeño y el bebé establecerá el ritmo de la lactancia naturalmente. 
SI ALGUNA VEZ TE DIJERON...
"EL BEBE DEBE APRENDER A DORMIR"
En realidad cuando alguien te dice esto, lo que quiere decir es que desea que el bebé duerma varias horas seguidas, solo, en su habitación y calladito. Pero obviamente esto es im...
posible. Lo cierto es que los bebés saben dormir desde antes de nacer, y de hecho, cuando nacen pasan la mayor parte del tiempo durmiendo, solo que no hacen de manera corrida, ya que el ritmo del sueño esta marcado durante los primeros meses por la alimentación y también por una cuestión madurativa. Los trastornos de sueño no existen durante el primer año de vida, solo si comparamos el sueño del bebé con el de una persona adulta y pretendemos que sean iguales.

SI ALGUNA VEZ TE DIJERON…
“NO DEBE ACOSTUMBRARSE A DORMIRSE EN BRAZOS”
Muchos “expertos” en el tema te dirán que si se acostumbra a dormir en brazos luego será muy difícil que aprenda a prescindir de este estímulo y pueda dormir en su cuna....
Pero en realidad, el bebé durante los primeros meses de vida, necesita el contacto casi continuo de su mamá, y esto es tan importante como darle de comer. Es lo que conocemos como apego. Estar en brazos le aporta seguridad y contención, y lo cierto es que no hay nada mejor que eso para dormir plácidamente. Obviamente, el bebé cuando se encuentra en los brazos de su madre, concilia el sueño más fácilmente, ya que se encuentra rodeado de sonidos, olores y movimientos reconocidos. Debemos siempre respetar las necesidades de nuestros bebés y comprender que todas estas situaciones tienen un ritmo que es diferente en cada ser humano; poco a poco, el bebé irá cambiando sus necesidades. Ninguna madres debe sentirse culpable por querer sostener a su bebé en brazos y disfrutar de verlo dormir ya que ésto no condicionará su dormir en el futuro. 

SI ALGUNA VEZ TE DIJERON...
"DEJALO LLORAR QUE ENSANCHA LOS PULMONES"
Hace algunos años, esta era una creencia muy extendida, y también se pensaba que hacer llorar al bebé apenas nacía los ayudaba a respirar por su cuenta. Lo cierto es que ...
no existe ninguna relación entre el llanto y la maduración de los pulmones. Soy muy insistente sobre este tema, es que no hay nada más angustiante que escuchar llorar a un bebé. Si un bebé llora, es porque le pasa algo:tiene hambre, frio, dolor, algo le molesta, o sencillamente se siente solo. Si lo dejamos llorar solo lograremos que se siente desamparado.


SI ALGUNA VEZ TE DIJERON...
"EL BEBE NO DEBE DORMIR EN TU CAMA"
A decir verdad, durante toda mi carrera, y teniendo en cuenta la orientación psicoanalítica a la que siempre me incliné, este "axioma" lo he escuchado varias veces, y por un mo...
mento hasta creí en él. De más esta decir, que ya no lo comparto, y ni siquiera lo aconsejo. Desde el momento mismo de su nacimiento, el bebé debe encontrarse piel a piel con su mamá, el contacto precoz favorece la lactancia materna, ayuda al bebé a recuperarse del stress y normaliza su temperatura. Pero qué ocurre cuando llegamos con el bebé a casa? Muchas mamás preparamos el cuarto del bebé y pretendemos que duerma ahi cuando llega la noche. Pero la realidad es otra. No debemos sentir culpa si colechamos con nuestro hijo, es totalmente natural y hasta benefioso para él y para las mamás, ya que podemos amamantarlo durante la noche, sin tener que levantarnos de la cama; el contacto con nuestro cuerpo le brinda seguridad y serenidad, y por ese motivo nuestro hijo concilia el sueño más facilmente y descanse más horas que en su cuna. Es muy común que los recién nacidos tengan pequeños sobresaltos durante el sueño, y sentir que nuestro cuerpo esta cerca del suyo hace que el bebé logré volver a dormir sintiendo la seguridad de nuestra cercanía. Además bebé y mamá logran tener ciclos de sueño similares y la mamá se vuelve mas sensibles a las necesidades del bebé. Un sentimiento profundo de amor y de confianza se desarrollo cuando los padres duermen concientemente con sus hijos, y muchas veces cuando las mamás trabajan largas horas durante el dia, la noche es un momento muy eficaz para reponer parcialmente estas ausencias y fortalecer los lazos familiares


SI ALGUNA VEZ TE DIJERON...
"ESE NIÑO NECESITA UN CHIRLO, ES DE LA UNICA MANERA QUE APRENDEN..."
Seguro habrás escuchado más de una vez ese comentario. U otros como “son hijos del rigor”, “necesitan mano dura” y algunas otras frases no meno...
s desafortunadas, especialmente para los niños. Parecería que los niños nacen “malos” y que los padres a fuerza de golpes deben enseñarles a ser “buenos”. “En mi época, si yo le contestaba así a mi papá, él lo arreglaba con el cinto”; muchas veces he escuchado esto en el consultorio; “y acá estoy, salí derechito”, remata la frase. Bajo ningún punto de vista deberían aplicarse castigos corporales a los niños, es una falta de respeto, de dignidad y un total abuso de poder. Ni un chirlo, ni un tirón de orejas, por mínimo que para algunos pueden ser estos castigos. ¿Qué les enseñamos a los niños cuando los golpeamos? Les enseñamos a ganar usando la fuerza; ellos aprenden que si no les gusta algo de alguien, pueden tratar que esa persona cambie golpeándolo; aprenden que si alguien hace algo diferente a su parecer pueden agredirlo hasta que esa persona deje de hacerlo. Los castigos físicos causan temor en el niño, con el tiempo el vinculo amoroso con la figura parental que golpea, se ve severamente afectado, se pierde la confianza, y el respeto, y el niño continúa realizando aquello que los padres querían evitar a escondidas de ellos; el castigo cambia la conducta del niño solo temporalmente, pero no tiene efectos positivos hacia futuro, porque la amenaza solo existe mientras se encuentra la persona amenazadora. El niño no aprende los motivos por los cuales su conducta estaba equivocada -si lo estaba- solo aprende a evitar el futuro castigo. Pero está comprobado que cuantos más castigos físicos recibe un niño, peor se comportará, y luego más castigos recibirá. Es un circulo vicioso, así los padres vuelven al consultorio diciendo que sus hijos “no tienen cura, que ya ni miedo les tienen”. Es triste. La mayoría de los adultos hemos sido educados en entornos punitivos, en mayor o menor grado, y hemos naturalizado la situación. Se cree que es la forma correcta de educar a los hijos, y si no se los castiga, los niños nos tomarán de punto. Es eso, o no es nada. No hay un punto intermedio. Algunos padres se olvidan que los niños son personas iguales a ellos, con derechos propios, y creen que son de su propiedad, y que todo se justifica en la misión de educarlos. Los castigos entorpecen el desarrollo ético del niño. No le permite distinguir lo que está bien de lo que está mal. Si te das cuenta que estas dentro de un circulo de violencia, busca ayuda para poder salir de él; no podemos intentar cambiar la sociedad, atacar la inseguridad, sino cambiamos la forma de acercarnos a nuestros niños, de educarlos, de criarlos, de contenerlos, de sostenerlos, desde el momento mismo de su nacimiento. Y durante toda la vida.

SI ALGUNA VEZ TE DIJERON…
“ESE CHICO NECESITA IR AL JARDIN, EN EL JARDIN SE SOCIALIZAN…”
A la mayoría de las personas les llaman la atención que un niño de 3 o 4 años aun no asista al jardín de infantes. Es que actualmente los niños casi de...
sde que nacen deben asistir a guarderías o jardines maternales, debido a que ambos padres trabajan largas horas fuera de casa. Lamentablemente muchos no encuentran otra opción. Luego de un periodo más o menos arduo de adaptación, según la edad del niño, los chicos se acostumbran al jardín, y logran mantener lazos afectivos con sus maestras y compañeritos. Aprenden canciones, números y letras, realizan distintos trabajos de los cuales los padres nos enorgullecemos. Pero a veces los niños deben pagar un precio relativamente caro para poder adaptarse. El mayor precio es la separación de la mamá. Hasta los 3 años los niños no tienen ninguna intención de separarse de su madre o entorno maternante. A fuerza de llantos, y de diferentes artilugios que padres y maestros determinan a seguir, se logra que poco a poco el niño se adapte al nuevo espacio y con el tiempo cesen las lágrimas. ¿Y luego que pasa? Aparecen las eruptivas, la bronquiolitis, la conjuntivitis, fiebre, otras veces diarrea, y una larga lista que el pediatra cataloga de “normales”, porque el niño debe inmunizarse. La pediatra de mi hijo me dijo que podría presentar de 8 a 10 cuadros virales por año en el primero año de jardín, entre 4 y 8 cuadros el segundo año, y entre 1 y 4 el tercer año. En dos meses de asistir por primera vez al jardín mi hijo tuvo la mayoría de ellos. Las docentes me decían que era normal, que estaban todos los niños en las mismas condiciones. El precio me pareció demasiado alto para que mi hijo se socialice. Y para que yo pueda asistir al trabajo. ¿No será que los niños nos quieren decir algo a través de su cuerpo?
La familia debe ser el principal agente socializador de nuestros hijos, en el seno de la familia los niños aprenden los primeros modelos de vínculos en los que más tarde se apoyara su carácter y personalidad. Los niños pequeños necesitan estar con sus padres, en brazos de sus madres y si bien muchas familias no tienen otra posibilidad más que dejar a sus hijos en jardines maternales, creo que el tema es en realidad muy serio, y como sociedad deberíamos encontrar la manera de que nuestros hijos pasen más tiempo con sus familias en vez de tener que dejarlos en una guardería. Es un tema que le compete al estado, ampliando el periodo post natal y regulando el trabajo de las madres con niños pequeños, y a todos como sociedad para cambiar el sistema que alienta a desprendernos de nuestros hijos cada vez más pequeños a favor de las empresas y de la temprana socialización de los niños.